Piedra angular.

Ya es martes, las cosas se empiezan los lunes, como las dietas. Seguramente no salga nada bueno empezando a mitad de semana…  poco me importa, suelo abandonar todo antes de concluir en el éxito o el fracaso.

Primero me presento, soy de las que dicen muchas cosas, muuuuchas, “hablás hasta por los codos”, hasta por los poros, digo, escupo palabras, insulto mucho, analizo, pienso en voz alta, hablo conmigo, pero siempre convencida, hasta de la mas mínima boludez.

Siempre estoy leyendo, lo que sea, etiquetas de productos, anuncios en el clasificado, libros clásicos, recetas, partes de algún guión de película olvidado, artículos sobre todo: derecho, política, decoración, jardinería…  es para mi la definición del crecimiento: todo lo que he leído.

Pienso mucho también, demasiado, tanto que me boicoteo el plan antes del mas mínimo acto de ejecución… pienso-pienso-pienso y le doy vueltas a todo, tengo objetivos muy altos, muy altruistas, demasiado soñadora.

Me gusta aprender, conocer, descubrir(me), escuchar a quienes saben, un poquito me gusta enseñar cuando sé. Hago de todo, desde origami a un pastel de papas, desde jardinería con cactus a psicóloga de amigas, desde abogada a ama de casa.

Mi vida ahora, ya, es un cambalache de objetivos, aspiraciones, carencia de sobresaltos y rutina… me estoy aburriendo del entorno, de las metas que nunca llegan… me estoy aburriendo  de mi, y por eso quiero volcar un poquito de hartazgo en este espacio.