miércoles, 26 de septiembre de 2012

Ideas

Soy un manojo de ideas en el preciso instante en que nada que me permita plasmarlas, hacerlas realidad (o intentarlo al menos) está cerca.
Siento como nuevamente la creatividad se duerme mientras me esfuerzo por guardar esas palabras, esos colores, esos pensamientos, en la memoria... cajón en el que todo se mezcla: el pasado que elijo recordar, el pasado indeleble que no borro aunque me duela, el futuro que imagino y los sueños que no pisarán nunca el suelo... maraña mental.
Y en esa red de lo que fue, lo que no será y lo que quiero ser y hacer, ahí mismo, se enroscan y asfixian ideas que pierdo, conversaciones conmigo, ensayos de fracasos anticipados que de todos modos empujo para caer, para doler, para aprender.
A veces pienso que si las ideas tuvieran peso, tuvieran materialmente un espacio que ocupar, tendría días anclada al suelo, arrastrando en surcos mil cosas como anclas... y días para flotar por el aire, para ondear con el viento, liviana de todo, barrileteando.
Que cosa loca es el pensamiento, la razón y la sinrazón... que cosa enigmática, que camino de ida, vuelta e ida sin rumbo, cuantos mapas, calles, ojos y letras inventó mi cabeza, cuantos perdió a fuerza de negar horas que pasaron, cuanto brillo ganaron los ojos por reflejar lo que lleva adentro la cabeza... cuando me animo, cuando tomo nota, cuando salto al vacío.-