lunes, 18 de julio de 2011

1, 2, 3... va.-

No tiene sentido, no es mi vida,  yo no soñé nunca con agarrar una mochila y multiplicar kilómetros, yo soñé una vida de oficina, una vida prolija, de expedientes, tacos altos y trato de “usted”… pero me cansé… estoy cansada… y leer que puede decirse basta me tienta, quiero tirar la prolijidad por la ventana, y no por un acto de rebeldía tardío, sino porq me duele, cada paso que dí hasta el hoy empieza a volverse en mi contra, los sueños de perfección cayeron hace un tiempo, y ni siquiera logré el primer premio a mis ilusiones.
Estoy cansada, estoy triste, estoy olvidada, me siento sola y quiero, exijo y necesito encontrar el eje, el rumbo, necesito jugarme, inspirarme, tomar valor.
Y así estoy, entre esperar que todo cambie por milagro, cuando quien debe cambiar soy yo, con la venda sobre los ojos cada vez mas oscura y apretada, con el corazón chiquito, latiendo despacito, perdonando que cada segundo pase y yo, que sé todo, que puedo anestesiar el sufrimiento decido prolongarlo por no animarme, y postergo mis pinturas, mis letras, mis viajes y mi soledad… postergo mi soledad  por miedo, porque no te tengo, pero perderte sería muy triste… y encontrarme me suena tan lejano.
 Y es ahí cuando esas rutas, esos pasajes, esos volcanes se me suben a la mente, quiero correr por todos los caminos del mundo, menos por estos, porque mi paso es lento y desanimado, y yo no nací para vivir sin ganas, sé, siento y reclamo celebrar la vida, ser feliz, estar en paz, esa es toda mi ambición, ese es todo el plan.