Aire

Ayer leí fragmentos de todo, leí a Cortázar, repasé el capítulo 93 de Rayuela, lo leí como yo leo a Julio: escuchando su voz en mi cabeza, que aísla todo lo que me rodea. La televisión estaba prendida, volúmen bajito, de todos modos preferí apagarla, y me quedé ahí, quieta frente a la ventana, arrastrando las palabras con su voz, sintiendo como me calaba esa lluvia en los huesos.
Después leí una carta que le escribió a Alejandra Pizarnik... y le dice que la quiere viva, que ella es eso, pero es mas... la desafía, la quiere, la insulta y la acaricia... y pensé: quiero que me quieran así... y pensé otra vez: tal vez me quieren así, juego a ser la Maga y el me llena esos espacios, me empuja, se quiebra conmigo, es mi rincón mas mío... y fui feliz... felicidad consciente.
Y leí mas, leí lo que alguien opinaba sobre el amor, y otra vez sonrisa, porque me leí a mi, me vi oliendo la almohada para sentirlo, me vi mirándolo cuando no me mira, para verlo así como yo lo amo, siendo el en el mundo, único.
Después leí un manifiesto de la Poesía Pau Brasil y viajé... siempre, casi todos los días viajo, busco un texto con la cantidad de precisión necesaria, la dosis de detalles, de nombres de calles, de ojos... y veo todo, huelo, saboreo, ando caminos que nunca miré... el Manifiesto desafiaba, se plantaba en su sangre... me cargó de actitud.
Después cociné, cené escuchando el ruido de la calle, me quedaban ecos rebotando... Julio me sentenciaba  a vivir, alguien me enseñaba que amo y me aman, y es ahora, es hermoso, yo era Pizarnik, retorcía las cosas, y Julio con ese acento de magia me desanudaba, soy Pau Brasil, "alegría de los que no saben y descubren" dice el Manifiesto... si hasta creo que aprendí volar.  
Buen viernes!




Y también muchas veces quise que me quieran con la fuerza de esta canción...